martes, 24 de noviembre de 2009

Sexo, Mentiras y Redes Sociales

Leyendo un artículo publicado en El País del pasado Domingo Dime cómo eres y te devolveré tu imagen, encontré el empujón que estaba buscando para publicar un nuevo post en mi pequeño blog.
El artículo nos habla de la importancia de la imagen que de nosotros tienen las personas y empresas que forman el círculo social en el que nos movemos, pero no es este un círculo de proximidad si no un círculo de intereses comunes que se ve amplificado exponencialmente por Internet y especialmente por las Redes Sociales.
Esa imagen asociada a cada uno de nosotros es nuestra reputación, quitándole al término la carga moral que históricamente ha tenido. Personalmente estoy totalmente de acuerdo con esta idea, en realidad no somos lo que nosotros creemos que somos sino lo que los demás, salvando el círculo íntimo de familia y amigos, crean que somos. No se trata de generar imágenes ficticias de seres bondadosos y sacrificados, si no de tratar de propagar nuestras ideas y nuestros gustos a sabiendas de que hagamos lo que hagamos nunca vamos a gustar a todo el mundo.
En general, y salvo catástrofe, ver los artículos Los arrepentidos de Facebook y Una chica deprimida pierde la pensión, pienso que siendo consecuentes con lo que hacemos, decimos y ‘colgamos’ en Internet a la larga los beneficios deben ser notables y esta es la parte que me parece más interesante del término reputación y es que sin variar prácticamente una coma de lo que he comentado hasta ahora esta idea se puede aplicar a las empresas e incluso a los Países (Reputation Institute), donde las empresas y los países gozan de una mayor o menor reputación en función de diversos factores que van más allá del producto que venda la empresa o de las políticas económicas de cada país.
Creo que a la larga haciendo un buen uso de todos los medios de difusión que tenemos a nuestro alcance es posible lograr que los demás nos conozcan tal y como realmente somos, siempre que ningún ‘inconsciente’ amigo etiquete en Facebook aquella foto de aquella fiesta…
Esta vez os dejo una tira de Dilbert que me hace replantearme mi postura respecto a twitter...¿o no?:
Dilbert.com

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